Lee Miller, fotógrafa de guerra: mirando al horror sin apartar la cámara. Fotonostrum en Barcelona revela la valentía y la humanidad detrás de su obra.
Un día de primavera de 1945, un hombre y una mujer llegan agotados a un apartamento en Múnich. Durante semanas, han estado enfrentando jornadas interminables, física y mentalmente extenuantes. Ella, buscando un momento de calma, decide darse un baño. Se desnuda, deja su ropa junto a la bañera y se sumerge en el agua caliente. Él toma su cámara y captura aquel instante. Ambos saben que están creando una de las imágenes más simbólicas del siglo XX.
Ella es Lee Miller, la legendaria fotógrafa y corresponsal de guerra. Él, su colega y amigo, David E. Scherman, fotógrafo de la revista Life. Es 30 de abril de 1945, y esa no es una bañera cualquiera: es la de Adolf Hitler, quien se ha quitado la vida apenas unas horas antes.
Esta escena es solo una de las muchas historias que marcaron la vida de Lee Miller, una mujer con múltiples facetas. Fue modelo, musa y amante de Man Ray, pero también reportera de guerra, una dimensión menos conocida y que ahora protagoniza una exposición en la galería FotoNostrum de Barcelona.
La muestra reúne 124 imágenes tomadas entre 1940 y 1946, que narran cronológicamente la experiencia de Miller como corresponsal de guerra. Desde el Londres bombardeado durante el Blitz hasta Francia y Alemania, donde pasó de la alegría tras la liberación de París al horror de los campos de concentración.
En 1942, Miller obtuvo la acreditación del ejército de Estados Unidos, lo que la convirtió en una de las pocas mujeres corresponsales de guerra que acompañaban a las tropas aliadas. No se limitó a documentar los acontecimientos desde la distancia: tuvo el valor de estar en el corazón del conflicto.
Su cámara capturó tanto la brutalidad más despiadada como la esencia misma de la resistencia humana.
Su cámara capturó tanto la brutalidad más despiadada como la esencia misma de la resistencia humana.
Cuando, en agosto de 1944, envió a la revista British Vogue los primeros 35 rollos de película con imágenes de hospitales de campaña en Normandía, los editores quedaron impresionados. Era un contenido inédito para una publicación de moda: fotografías que mostraban la realidad de los médicos y enfermeras atendiendo a soldados gravemente heridos, a solo diez kilómetros de las líneas de combate.
Pese a la crudeza de las imágenes, Vogue decidió publicarlas en septiembre de ese mismo año, en una historia que incluía 14 fotos y un texto de 10.000 palabras. Fue un número que rompió esquemas y marcó un precedente en el periodismo de guerra.
Pese a la crudeza de las imágenes, Vogue decidió publicarlas en septiembre de ese mismo año, en una historia que incluía 14 fotos y un texto de 10.000 palabras. Fue un número que rompió esquemas y marcó un precedente en el periodismo de guerra.
Sin embargo, las imágenes más impactantes llegaron en abril de 1945, con los registros de los campos de concentración. Miller fotografió cadáveres apilados, montañas de huesos calcinados y restos humanos en los hornos crematorios. Sus fotografías no solo documentaron las atrocidades del régimen nazi; las hicieron imposibles de ignorar.
Y fue al día siguiente de retratar aquel infierno cuando Miller, exhausta y consumida, se limpió la suciedad de Dachau en la bañera de Hitler: un acto cargado de simbolismo y reivindicación.
Lee Miller dejó un archivo de incalculable valor histórico y artístico, pero a un alto costo personal. Como testifica su hijo, Antony Penrose, el trauma de haber sido testigo directo de tantas atrocidades le provocó un estrés postraumático severo. Durante décadas, evitó hablar de esa etapa de su vida, y fue solo después de su muerte cuando se descubrieron en el desván de su casa 20.000 fotografías y 60.000 negativos que documentaban su carrera.
La muestra, comisariada por Leonor Fernández, codirectora de FotoNostrum junto a Julio Hirsch-Hardy, coincide con el estreno de la película Lee, protagonizada por Kate Winslet, que llegará a las salas españolas el 7 de marzo. El filme también explora su etapa como corresponsal de guerra y su contribución a la lucha contra el nazismo.
Gracias a esta exposición, Lee Miller recupera el lugar que le corresponde como una de las fotógrafas más influyentes del siglo XX, una mujer que desafió las expectativas de su tiempo y se atrevió a mirar al horror a los ojos para asegurarse de que el mundo no olvidara.
Fechas de la exposición: desde el 27 de enero hasta el 20 marzo de 2025
Fotonostrum Barcelona, Carrer de la Diputació, 48
Horarios: de miercoles y jueves de 11h a 19h.
Viernes y sábado de 11h a 21h.
Domingo de 11h a 19h.
cerrado lunes y martes.
Precios: Entrada general 8,50€.
jubilados y personas en el paro 6,50€.
estudiantes 6,50€.
Personas con disabilidad 6,50€.
niños menores de 13 años gratis.
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