Annemarie Heinrich
9 de enero de 1912, Darmstadt (Alemania) - 22 de septiembre de 2005, Buenos Aires (Argentina)
“Si el fotógrafo no tiene ética, la foto no vale nada”
¿Sería acaso demasiado descarada? La pregunta cruzaba con frecuencia la mente de la biempensante clientela porteña que acudía al estudio de Annemarie Heinrich Corrían los años treinta y la fotógrafa, desafiante, recibía en pantalones. Con idéntica libertad abordó esta pionera de la imagen los retratos y desnudos que caracterizan su obra
Annemarie Heinrich nació en Alemania, el 9 de enero de 1912. En 1926 se embarcó con su familia hacia la Argentina en el Monte Oliva. Luego de un breve paso por Larroque, Entre Ríos, se radicó en Buenos Aires. Instaló su primer estudio en 1930 en Villa Ballester. Comenzó una carrera signada por la búsqueda de la excelencia. Tesonera y autocrítica, luego de los comienzos como aprendiza en diferentes estudios profesionales, se convirtió en autodidacta. Desarrolló su estilo observando el trabajo de los colegas más destacados del país y del exterior.
Annemarie se convirtió en la creadora, en la Argentina, de un género que se desarrolló junto al crecimiento de la industria del cine y la popularización de la radio: la fotografía de las grandes estrellas. Paralelamente, fue la retratista ineludible de los grandes escritores, bailarines y personajes de las artes y la cultura en general.
Conjugó en su trabajo conocimientos que adquirió en algunas de sus otras pasiones: la escenografía, las artes plásticas, la danza y el teatro. Su estilo personal la llevó a ser, por más de cuarenta años, la fotógrafa de las tapas de las más prestigiosas revistas del mundo del espectáculo. Creó muchas de las imágenes que aún hoy perduran en la memoria colectiva.
Probablemente esta actividad, en la que fue inigualable, opaco injustamente el talento que tuvo para transitar otros géneros con singular creatividad. Reconocida como verdadera maestra en el uso de la iluminación, se destacó en la fotografía de modas, el desnudo, la naturaleza muerta, el paisaje y la fotografía de danza.
Realizó numerosas exposiciones internacionales, individuales y conjuntas y fue probablemente la primera que en la Argentina trató la fotografía como arte.
Sus obras integran las colecciones permanentes del Museo Nacional de Bellas Artes, del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, del Museo Nacional de Cine, del Museo Mundial de Tango, y de varios museos internacionales. Fue declarada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires y durante su carrera obtuvo destacados premios y distinciones.
Comentarios
Publicar un comentario