Tras haber conocido su proyecto fotogáfico “Modus imaginis” en KBr Mapre (artículo AQUÍ), entrevistamos a Jordi Miquel Riera, con el propósito de conocer más a fondo las intenciones que le motivaron a realizar las imágenes que componen su trabajo.
FM.: Modus imaginis (en latín, tono de la imagen) es un proyecto que trata de relacionar la vista con el oído, ¿cómo empezó su interés por encontrar un vínculo entre los dos sentidos?
J.M.R.: El proyecto nació de una reflexión sobre el proceso de creación artística, especialmente las artes plásticas y la fotografía. Me interesaba explorar los límites de la creación fotográfica, cuestionando el hecho de que su trasmisión fuera sólo visual. Cuando observamos una imagen damos por hecho que el canal es solo visual, pero a mí me interesaba involucrar los otros sentidos para que la experiencia fuera más intensa y más subjetiva. Me decanté por vincular vista y oído porque siempre me ha interesado el arte sonoro y, además, porque la luz y el sonido se transmiten por ondas. Por este motivo el proyecto explora también la dimensión física de las imágenes y la sonoridad.
FM.:Seguramente trabajar con sonido es un reto para los fotógrafos, que se suelen expresar por imágenes. ¿Hubo momentos de dificultad en éste aspecto? ¿Cómo los enfrentó?
J.M.R.: Efectivamente, es muy difícil intentar transmitir un sonido a través de una imagen, justamente por el hecho de que el sonido no puede visualizarse. Sin embargo, más que una dificultad, para mí fue un reto. Por este motivo Modus imaginis apela a la subjetividad del espectador: he intentado involucrar activamente a los espectadores, para activar su sensibilidad sonora y, por lo tanto, intentando que las imágenes susciten sonidos. De hecho, el proyecto consta de tres series, y en cada una de ellas los vínculos entre imagen y sonido se han formalizado de modo distinto. Algunas imágenes llevan incorporada un sonido, sin el cual es muy difícil poder interpretar la fotografía. En otra serie, se invita al espectador a imaginar una especie de melodía como si las fotografías conformaran una partitura. Y finalmente hay una serie de fotogramas en los que se ha materializado físicamente el sonido.
FM.: En su trabajo se percibe el interés por los sonidos primigenios como los que se asocian al viento o el agua, ¿cuáles son sus connotaciones?
J.M.R.: Siempre me han interesado los sonidos primigenios, porque han existido siempre, des de los comienzos de la vida y de la humanidad. Son sonidos reconocibles en todas partes del mundo, en todas las épocas y en todas las culturas. No quería reducir el proyecto a sonidos “recientes” o muy concretos, sino que tuviera un componente universal.
FM.:Por otro lado, en las imágenes el negro y la oscuridad tienen un papel predominante, ¿nos definirías sus significados más simbólicos?
J.M.R.: La mayoría de mis proyectos fotográficos tienen esta tonalidad oscura, forma parte de mi estética fotográfica. Pero es cierto que en Modus imaginis el negro es muy predominante. Siempre comento que el negro ha sido el tono mediante el cual se ha afinado y desarrollado todo el proyecto. De hecho, el título Modus imaginis en latín significa ‘el tono de la imagen’, por este motivo la oscuridad tiene tanta presencia. Además, para mí era muy importante que Modus imaginis dejara al espectador su espacio individual y subjetivo. Y gracias a la tonalidad oscura se puede sugerir y sugestionar la imaginación, que es lo que pretende el proyecto.
FM.: Su propuesta expositiva, alejándose de las a las cuales estamos acostumbrados, quizás requiere una predisposición particular por parte de los espectadores ¿qué sugerencias siente que debería darles para que puedan comprender a fondo su trabajo?
J.M.R.: Simplemente que se dejaran llevar por su sensibilidad y por su imaginación. Una de las particularidades de Modus imaginis es que cada espectador, a partir de lo que las fotografías le sugieren, tiene la oportunidad de sentir, ver o imaginar sonidos y sensaciones distintas, y todas las lecturas son perfectamente válidas y bienvenidas.
FM.: ¿Tiene la intención de continuar con su investigación? o ¿ya tiene otros proyectos de cara al futuro?
J.M.R.: La relación entre imagen y sonido ha resultado muy fructífera y me gustaría seguir investigando este vínculo des de nuevas perspectivas. La fotografía es una forma de expresión que nos permite conectar con múltiples aspectos, por lo tanto, aún hay mucho camino por recorrer.
Biografía:
Jordi Miquel Riera (Girona, 1977) se graduó en fotografía por el Institut d’Estudis Fotogràfics de Catalunya, con especializaciones en «Figura y desnudo», «Paisaje y entorno» y «Positivado con procedimientos antiguos».Su exposición individual «Ser Terra» se pudo ver en 2019. Fue finalista del V Premio Galicia de Fotografía Contemporánea. Su proyecto «La memoria del cuerpo» se presentó públicamente en Hangar, Centro de Artes Visuales de Barcelona. En 2012, se pudo ver su proyecto «10^10^118» en el ciclo El Proyector de la Fundación Foto Colectania (Barcelona). El año 2010 participó en un workshop del Sony World Photography Awards (Cannes). El mismo año, su proyecto «Pulso propio» fue seleccionado en el Festival Internacional de Fotografia i Arts Visuals Emergent (Lleida).
Pagíana web: AQUÍ
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