7 de diciembre de 1925, La Habana (Cuba) - 13 de marzo de 1986, París (Francia)
Fotógrafo, pintor, hombre de cultura, Jesse A. Fernández fue un cubano universal, que abandonó tempranamente su isla natal, donde hoy sigue siendo un nombre proscrito.
Nueva York, París y Madrid lo vieron pasar, con sus cajas, con sus dibujos, con su espléndida obra fotográfica, dentro de la cual ocupan un lugar muy especial sus retratos, entre los cuales hay alguno tan definitivo como el que en una taberna de La Habana le hizo a su paisano José Lezama Lima, y muchos de creadores españoles y latinoamericanos.
Jesse A. Fernández pasa su niñez en Asturias, la tierra de sus padres, para en 1939 regresar a su ciudad natal, La Habana. Pronto se trasladará a Nueva York iniciando así una serie de viajes por los continentes americano y europeo que serán una constante en su trayectoria vital.
“La fotografía se convirtió para mí en una forma de contacto con la realidad. Aquí es donde desarrollé mi propia técnica. No sabía nada sobre fotografía, ni siquiera qué era un diafragma. Sin embargo, me encerré con toneladas de libros y aprendí. Soy muy purista y fui influenciado por Henri Cartier-Bresson y Walker Evans".
Fotógrafo de la revista Life, entre otras muchas publicaciones, el artista cubano pone a prueba su cámara afianzándose en la técnica del retrato que ejecuta siguiendo la pauta de la espontaneidad. La ausencia de planificación y la naturalidad de sus escenas fotográficas, así como la popularidad de sus retratados, permiten a Jesse A.
Fernández convertirse en una de las referencias a la hora de hablar de fotografía cubana. Julio Cortázar, José Lezama Lima, Ernest Hemingway, Dámaso Alonso, Severo Sarduy, Susan Sontag, Emil Michel Cioran, Jorge Luis Borges junto a su madre o su íntimo amigo Guillermo Cabrera Infante; son algunas de las personalidades pertenecientes al mundo de las letras que posaron ante el objetivo de Jesse A. Fernández.
A ellos se suman reconocidos artistas como: Marcel Duchamp, Henry Moore, Francis Bacon, Joan Miró, Willem de Kooning, Sam Francis, David Hockney, Antoni Tàpies, Amelia Peláez, Salvador Dalí o Ronald B. Kitaj entre otros tantos.
Estos retratos no pertenecen a un intento exhaustivo de inmortalizar a un conjunto determinado de artistas e intelectuales, sino que son fruto del azar y la amistad del artista cubano que los fotografiaba a medida que la vida los iba poniendo en su errático camino.
Jesse A. Fernández muere en Neuilly-sur-Seine (Francia) el 13 de marzo de 1986 y está enterrado en el cementerio de Père-Lachaise.
Su obra ha sido expuesta en el Museo Nacional de Arte Reina Sofía en Madrid (con una muestra retrospectiva en 2003), la Maison de l'Amérique Latine en París y en el Museo Nelson Atkins de Kansas City.
Diferentes trabajos suyos pueden ser admirados en los mejores museos del mundo, como el MoMA de Nueva York, el Museo del Barrio también de Nueva York, el Centro Pompidou de París, o el Museo Nacional de Arte Reina Sofía de Madrid.
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