Saul Leiter
3 de diciembre de 1923 Pittsburgh (Pennsylvania) - 26 de noviembre de 2013 Nueva York (EE.UU.)
"Si miramos y miramos empezamos a ver y aún queda el placer de la incertidumbre"
Saúl Leiter fue un fotógrafo y pintor estadounidense cuyos primeros trabajos en los años 1940 y 1950 fueron una importante contribución a lo que llegó a ser reconocido como la Escuela de Nueva York.
Nació en el seno de una familia fuertemente influenciada por la religión: su padre era un erudito del Talmud (uno de los libros clave del judaísmo) y miembro de la comunidad judío-ortodoxa que había decidido que su hijo se convertiría en rabino. Su madre le regaló la primera cámara a los 12 años.
A la edad de 23 años, dejó la escuela de teología y se mudó a Nueva York para desarrollar su interés en la pintura. Richard Pousette-Dart y W. Eugene Smith animaron a Leiter a seguir fotografía y pronto empezó con un Leica de 35mm. En 1948, comenzó a tomar fotografías en color y se asoció con otros fotógrafos contemporáneos como Robert Frank y Diane Arbus.
Aunque comienza fotografiando las calles con un interés puramente documental, pronto empezó a trabajar una gramática visual distintiva. Con una libertad absoluta trasladó al medio fotográfico sus influencias pictóricas: sin un plan, sin buscar resultados predefinidos ni agradar a otro que no fuese él mismo. Saúl Leiter se definía como un “encontrador” de fotografías que simplemente se limitaba a perseguir la belleza de las cosas.
Leiter trabajó como fotógrafo de moda durante los siguientes 20 años y fue publicado en Show, Elle, British Vogue, Queen y Nova. A finales de la década de 1950, el director de arte Henry Wolf publicó el trabajo de color de Leiter en Esquire y más tarde en Harper's Bazaar. Edward Steichen incluyó las fotografías en blanco y negro de Leiter en la exposición Always the Young Stranger en el Museo de Arte Moderno en 1953. El trabajo de Leiter aparece destacado en el libro de Jane Livingston The New York School y en Martin Harrison.
En el año 2008 en París, la Fundación Henri Cartier-Bresson montó la primera exposición de Leiter en Europa con un catálogo que lo acompañaba.
Leiter siempre se mostró más interesado en hacer fotografías que en obtener reconocimiento y promoción, tanto es así que, a su muerte en 2013, en su apartamento del East Village se acumulan miles de negativos que no habían llegado a ver la luz.
El mismo año se estrenó el documental “In No Great Hurry - 13 lecciones en la vida con Saul Leiter".
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